De mis amigos más cercanos, la gran mayoría compartimos colegio.
Estuvimos juntos para demasiadas cosas, y ciertas actividades de esa institución donde estuvimos se repetían cada cierto período de tiempo.
Cada año nos íbamos en lo que llamaban retiro a algún lugar propiamente retirado y pasábamos el día allá, tenía sus cosas buenas y sus cosas malas.
En el último que tuvimos recuerdo que había que caminar un poco más que en las anteriores ocaciones.
Fue un lugar bastante alto, lomita tras lomita hacían que pareciera un poco interminable, hasta desesperante.
Pero recuerdo que siempre había alguien con uno, curiosamente los que estuvieron conmigo esa vez siguen siendo cercanos a mí ahora.
Y esque lo quiero usar un poco como analogía para la vida, subir lomitas, porque eso es para lo que hay que luchar; que también habrá bajadas, lo sabemos, pero vamos, que subir de nuevo es lograble siempre.
De hecho ahorita mismo acabo de bajar, y ahora tengo a muchos conmigo ayudándome a subir de nuevo, ahora mismo, justo ahora, justo hace un momento, y también antes de eso.
Podría ser más pesimista pero no se me da, simplemente pienso que la vida es interesante exactamente por eso.